Una iracunda Talking Stick Resort Arena, despidió a Julio Cesar Chávez Jr. y Daniel Jacobs, luego de la decisión polémica que decretara el fin del combate y a favor de Daniel Jacobs en 5 rounds por KO en la categoría de los supermedianos, luego de que el tercero en la superficie, detuviera el combate debido a una fractura del tabique nasal que sufrió el “Hijo de la leyenda”.
Las acciones del combate se detuvieron en el minuto de descanso del quinto episodio, cuando el Jr. alegó que no podía continuar por la lesión mencionada, en ese mismo instante, el referee decreto el KO porque el peleador no pudo continuar en la contienda y ya no salió para el sexto.
La cara de su padre desde la zona VIP lo decía todo, un Julio Cesar Chávez padre manoteando al aire en dirección al ring, al ver que su hijo no tiene la misma hambre de guerrero que él.
La gente empezó a tirar todo tipo de cosas a la Arena debido a que, por el antecedente de Julito, pensaron que se estaba retirando por no poder más; sin embargo la sorpresa no debe de ser mayúscula, ya se venía venir por lo que sucedió en la ceremonia de pesaje, el mexicano peso 173 lbs. en vez de los 168 establecidos para la categoría, pero al ser de carácter amistoso, el equipo comandado por el entrenador Freddie Roach, pago una multa a Jacobs de un millón de dólares y todos contentos. Una autentica irresponsabilidad.
En la reyerta el Junior no se vio tan mal, incluso tuvo un buen arranque presionando a Jacobs con golpes al cuerpo y con un amague agresivo al final del primer round empujando a su rival hacia las cuerdas, la tónica continuo toda la contienda, ambos entraron al intercambio, aunque el estadounidense aprovechando ser un poco más ligero, empezó a combatir a la distancia conectando y saliendo; mientras que Chávez apostado más a su poderío físico y su pegada.
Con el pasar de los 3 primeros rounds, Julio se empezó a ver un poco más lento, mientras que Jacobs se notaba más asentado y lanzando pequeñas rachas de golpes que terminaban en el rostro de su rival; pese a eso y con una ligera muestra de cansancio, Chavez Jr. respondía con agresividad, incluso un poderoso derechazo a la cara en la cuarta vuelta puso a todos de pie.
No fue hasta el quinto episodio cuando el “Miracle Man” empezó a realizar más daño y asentar mas las lesiones que estaba sufriendo su rival, hasta que se presentó la fractura y ya no pudo continuar.
En los 5 rounds que duró el combate, el mexicano no se vio mal, pero su falta de hambre evitó que consiguiera un triunfo épico que le abriera las puertas a carteleras más espectaculares. Pero lo cierto es que, perdió toda posibilidad de poder combatir por un cinturón, claro, si continua en el negocio del pugilismo.
Julio ya no está para este tipo de combates, y si no se quiere retirar, podría montar carteleras de boxeo con su hermano Omar en diferentes zonas del país ante rivales de medio o bajo nivel, llenarían palenques, gimnasios o diversos escenarios locales y todos ganarían así, al menos una batalla entre Julio Cesar Chávez Jr y Alfredo Angulo, sería un excelente cruce que bien valdría la pena, ir a ver.
Por: Jacobo Peraza – Universo Deportivo